domingo, 22 de marzo de 2015

Cada tanto.

Cada tanto me pasa que quiero despertar
consciente de la pesadilla
en la que en todos los rincones se repite
la misma trama.
Espiados, perseguidos, desaparecidos.
Torturados, encarcelados, aislados.
Castigados
por no hallar su lugar en la trama.
Porque no pudieron
porque no quisieron.
Despiértenme de este mal sueño
en el que no hay salida.
Sepa quien quiera cambiar la trama
que no tendrá dónde esconderse,
que no hay rincón del mundo
seguro para ocultar a un rebelde.
Espiados, perseguidos, desaparecidos.
Torturados, encarcelados, aislados.
Castigados
por no querer ocupar un lugar en la trama.
Confieso que yo me anestesio y sigo.
Que miro para otro lado y sigo.
Que lloro transida por una espada pero sigo.
Que otras veces protesto
y cuando no lo soporto más e intento
mostrar la trama
la injusta trama
la perversa trama
soy ignorada
burlada
compadecida
señalada.
¿No ocurren acaso los atropellos y los abusos?
¿No ocurre la vulnerabilización de los débiles
de los pobres
los enfermos
los viejos
los niños?
Estigmatizados, abusados, aislados.
Negados, exiliados, expulsados.
Escondidos, humillados.
Por favor, díganme que estoy equivocada.
Por favor, despiértenme de esta pesadilla.
Libérenme de este dolor y esta impotencia.
Absuélvanme de esta culpa de estar sentada
mirando el mundo
abrumada por todo lo que no hemos impedido.
Porque me siento impotente
ante tanda desdicha,
yo, que he sabido rodearme del bienestar que enceguece
que te aturde y te hace sordo
que te ata las manos dulcemente.
Cada tanto me pasa que quiero creer que es un mal sueño
y que despertaré pensando
que el amanecer es amarillo
y todos aún duermen en tibias camas sin temores.

gadsy / malvagris.

sábado, 21 de marzo de 2015

Yo no sé.

Yo no sé qué es eso de tener razón
cuando se justifica el provocar las muertes.
Yo no sé,
pero a veces he callado
si creo que la muerte quita
un perpetrador de desgracias al mundo.
Es cierto.
Pero yo no sé cuándo estar segura.
Es tan difícil saber quién mueve cada día nuestros hilos.
Sí, marionetas de las palabras somos
aún más que de las ideas.
Y las palabras tan fácilmente nos traicionan.
Seguimos los signos y construimos las palabras
que nos penetran y nos hieren o nos acarician,
sí,
y yo no sé si son inocentes o falaces.
¿Cómo saberlo?

Ayer y hoy
y hace dos días
o cinco
yo he leído, escuchado, sentido
palabras de dolor
como agujas de hielo
como saetas de lava.

¡Ay y cómo saber si esto que siento es verdadero!
Es dolor que me apuñala sin piedad.
Veo que se repite a través de los años y la distancia.
Pareciera que nada ha cambiado
pareciera que todo se repite
una y otra vez,
un calco
una conspiración de dos lados.
Un juego siniestro
una representación para confundirnos.

¿Podrá ser?
¿Podremos ser todos cómplices tan sórdidos
de esta trama tan siniestra
en donde todos creen tener la razón
o todos saben que la traicionan
y les da lo mismo
impunemente
mientras nosotros aquí no sabemos qué sentir
qué llorar
o con quién enojarse
qué lucha apoyar
hasta dónde es cierto todo este espanto
si es una pesadilla
que nunca termina
y cómo somos cómplices de este horror
eterno horror
espanto de cada minuto?

Yo no sé qué creer.

Yo que provengo de una familia de espectadores
que no tengo protagonistas en la Historia
estirpe de aquellos que siempre callan
y en su silencio otorgan, complacen, perdonan,
yo, precedida también por gente que supo detenerse a tiempo
y sobrevivir,
yo,
simplemente no sé.

gadsy / malvagris.

jueves, 12 de marzo de 2015

Qué hago con este pájaro inquieto.

Qué hago con este pájaro inquieto
que me aletea incesantemente en la jaula del pecho.
¿Cómo dejarlo salir?
Me preocupa su salud.
No quiero que muera encerrado
sin conocer su propio cielo
sin sumergirse en sus propias olas de espuma
sin crear sus propias ramas bajo sus patas.
¿Cómo suelto este pájaro inquieto
que ahueca mi pecho, dolorosamente
con sus alas siempre batiendo?
Nunca duerme.
Me da tristeza y ternura a la vez.
Ningún pájaro debería padecer nuestras prisiones.
Son el espíritu del aire y del viento,
almas  malogradas por nuestros tercos encierros.
Pero cómo habría de liberarte
pájaro inquieto.
¿Si grito sabrás colarte en mi garganta?
¿Si canto sabrás remontar las melodías?
¿Si lloro podrás navegar mis lágrimas?
No quiero mantenerte dentro
sin la oportunidad de quebrar el aire
con tajos de pluma
sin el riesgo de volar
y ser devorado por el viento.
No quiero dejarte ir tampoco,
no sé si tendré corazón después de eso.
Creo que tu aleteo pájaro
es lo que me late en el nido del pecho.
¿Cómo dejarte ir si no es muriendo?

gadsy / malvagris.

lunes, 9 de marzo de 2015

Mujeres.

¡Qué hermosas somos cuando estamos juntas!
¡Qué fuertes!
¡Qué potentes cuando no nos turba el miedo,
cuando la fuerza nos hace muralla
torre
puente!
Hoy marchamos juntas
en renovado aquelarre
que como entonces
(en las épocas oscuras, nunca idas)
atemoriza a los dueños de las prohibiciones.
Si alguna vez el dolor o la impotencia
(aunque no recuerde)
me hizo renegar de ser mujer
hoy sé que me corona de laureles
y no de espinas.
Ser mujer entre mujeres me pone alas
me eleva por encima de las nubes
en busca de soles parapetados
tras escurridizos horizontes
pero ya sin temores.
¡Qué hermosas somos cuando estamos juntas!
¡Qué fuertes!
¡Flores, bosques, aves somos
olemos a savia
olemos a torrentes
olemos a cascadas
sonamos con las voces del viento y del agua!
Las madres y las hijas
las mujeres en multitud y las solitarias,
¡qué hermosas todas juntas increpando,
determinadas a ser continuadoras
de la estirpe de las mujeres que movieron al mundo
que parieron milicias, el arte y la ciencia,
que criaron héroes y heroínas del olvido
que abonaron las trincheras hechas acequias  en los campos!
De su sangre también ha crecido nuestro alimento
y regadas de lágrimas han crecido las cosechas.
Fragua de las generaciones de las historia somos juntas.
Perpetuando el grito de libertad
músculo de nuestras entrañas
potencia de nuestro aliento
a pesar de los mitos y las leyendas infames.
que nos ha negado el derecho a la plenitud y la dicha.
¡Pero qué hermosas somos cuando estamos juntas!
¡Qué fuertes!
Que nuestros sueños se pueblen de rostros y siluetas luchadoras,
que nuestra fuerza se multiplique
y más justas, más humanas cada instante
crezcamos la magia de lo impensado.

gadsy / malvagris.


sábado, 7 de marzo de 2015

No a la violencia.

No a la violencia.
Poné la otra mejilla
y cuando te hayan ampollado ambas,
poné el pecho a las balas
y las manos en el fuego.
Cerrá los ojos
y no veas lo que viene.
Negá la violencia
que impone el hambre
y la indignidad.
No te resistas
sé mártir
sé héroe de la tolerancia.
No a la violencia.
Dejate segregar
dejate violar.
Resentite pero no reacciones.
Que los demás te tengan lástima
adalid de la inacción
contá tu historia de vejámenes
en un auditorio vacío:
nadie quiere oir tus quejas.
Pero decile no a la violencia.
Es así, los pacifistas a ultranza
debemos ser tolerantes
a las violencias de los otros
sobre todo si está organizada
sobre todo si está institucionalizada.
No a la violencia
bajo cualquier circunstancia.
Algún cuerpo
alguna vez
será el primero no atropellado
por el tren de la arbitrariedad.

gadsy / malvagris

Crucigrama.

Palabra que empieza con a, ocho letras.
Dícese del estado de la sociedad
en que la fe ciega es reemplazada
por al armonía
por la empatía
por la buena voluntad.
Dícese del estado de la sociedad
en la que ésta desconoce la ciega obediencia
a las convenciones
a la ciega ley
a la justicia ciega
al mero mérito.
Dícese de la ausencia de potestades absolutas
que anulan el pensamiento y la acción.
Dícese del estado de la sociedad
en que la igualdad
es el punto de salida
y de llegada.
Dícese del estado de la sociedad
en que la autonomía
y no la comodidad
es la causa de los días
y de las noches.
Dícese del estado de la sociedad
en la que la arbitrariedad escasea
y es negada al paso de la armonía.
Dícese de la recuperación de la conciencia
de la mirada hacia adentro y al costado.
Dícese del sortilegio
que se escapa de la magia
y que anida en las voluntades
haciéndose presente
sólo por la determinación
y que niega la negación de los otros
y que afirma la afirmación de cada uno.
Dícese de aquello que aletea en el pecho
cuando su ocho letras son bebidas 
por las miradas felices de los infelices.
Palabra que empieza con a, ocho letras.

gadsy / malvagris

Palabras de varón.

Mi biblioteca destila palabras de varón.
¿Qué ideas extranjeras hicieron nido en mi cabeza?
Cuenco lleno de ecos
de gritos
de amorosos cantos
de proclamas
de epopeyas.
Mi cabeza cuna de ideas extranjeras.
No hubo casi mujeres que escribieran
en los papiros arrugados de mi cerebro.
¿Qué pasó con nosotras que callamos
ingentes siglos
milenios de silencio?
Parimos ideas mestizas
y sementales fueron los poetas
y los filósofos
que fertilizaron con sus palabras
andróginos de letras.
En mi cuenco campana
en mi cuenco cueva
en mi cuenco huevo de luz y de tormentas
hicieron nido
y también las parí yo,
bastardas.
Mis ideas sí,
son hijas de varones
maduradas en cráneo de mujer
que le dio tibieza.
Cráneo útero,
cráneo cáliz
cráneo mortero
moliendo sílabas
pulverizando letras
creciendo luego redondeces sonoras
significantes
pero sí, igualmente bastardas.
Mi biblioteca regó mieles de varón
en mi cabeza y en mi alma
y creció una hiedra
de certezas (sí) extranjeras
no reconocidas,
y fructificaron,
sí, bastardas.


gadsy / malva gris

miércoles, 4 de marzo de 2015

Los últimos días del verano.

Los últimos días del verano
con sus luces nacaradas
resignando su luz a las mieles del otoño.
Le ha arrancado ya
las primeras escamas de oro
como un pez cincelado
en la luna un atardecer cualquiera.
Ya desata fulgores alimonados
la copa del árbol tempranero
presuroso de desvestirse
para entregarse antes al invierno
que redime con su soplo
de navaja y purifica la savia.
Las calles crepitan en estallidos breves
bajo mis pasos
o en danza intempestiva
de la brisa breve.
Es imposible no morir un poco
acuchillada con la maravilla
que desmayada renuncia al azul
y busca el rojo.
Me asesina el otoño prometido
dulcemente
como la mirada helada de Medusa.

gadsy / malvagris.

martes, 3 de marzo de 2015

Ciudad contrapunto.

Ciudad contrapunto.
Techos, calles, ventanas instrumentos
papeles, telas instrumentos
ciudad orquesta.
Contrapunto urbano, nada nuevo.
Las gotas demoradas
engordadas
cayendo pesadamente sobre un techo
un balde
una chapa.
Distintos cantos
más lejos,
más cerca.
La brisa sacude las ventanas
y las ventanas rezongan brevemente.
Un auto rueda una calle mojada
y se oye una ola vaporizada.
Y la ventana trepida
y las gotas espaciosas se suceden.
Es un adagio
de pesadumbre
húmedo y fresco.
Entra el viento con su contundencia
y arrastra un lienzo que cubre un mueble
rumoroso.
Y otras vibraciones
de maderas,
aluminios
más cerca,
más lejos
más breves
leve percusión en fuga rítmica.
Sacudones impertinentes
otra ráfaga con voz propia
y el lienzo canta.
Increpan las ventanas
y las gotas percuten los techos
en escala aleatoria.
Un perro
lejano y despreocupado
desata el ladrido de otros perros.
Respondiéndose a doble o triple coro.
Irrumpe una radio feroz
algún locutor en la cumbre tensa
de la emoción creciente
relata,
tal vez,
un partido.
Las gotas espaciadas
la coda
de este contrapunto urbano.
Nada nunca oído.
Techo instrumento
aluminio, lienzo, vidrio instrumento.
Adagio cansino.
Ciudad orquesta.


gadsy / malvagris

Quise robarte cadenas

Quise robarte cadenas
y soltarte las manos
y alivianar tus tobillos
entonces te dije las palabras
las benditas palabras
las mágicas palabras
como quejas
como denuncias
y no sé si pude
o si los eslabones hendían tu carne
y te arrastré con ellas.

(Si no te dejás vaciar de palabras viejas
los grilletes crecerán con raíces hasta el hueso).

No, no así.

No hay que cerrar los oídos.
Simplemente dejar las palabras nuevas
entrar como brisas
lavar la cuenca de la cabeza expectante
y algún sonido áureo
o un silbido resplandeciendo
pulirá seguramente nuevas formas.

Entonces sí
las raíces de metal que aprisionan tus muñecas
y tus pies a un palenque
directo al centro de la galaxia
se quemarán con una nueva luz
y los eslabones
oxidados ya
se dejarán sacudir sin resistencia.

Entonces sí
robarte cadenas
sin permiso
sin delicadeza
como un ritual
de alas abiertas.

Entonces sí
el silencio y el goce
sin lastres
sin nudos
la garganta limpia
los huesos firmes.

gadsy / malvagris