viernes, 5 de octubre de 2012

Maleable.

De qué materia tan maleable está hecho el hombre.
Abnegados maestros,
libertadores heroicos,
madres asombrosas de milagrosos días,
artistas buceadores del alma humana
científicos cirujanos de la realidad
mezclándose
apareciendo y ocultándose a la vista
de la noticia
de las epopeyas
anónimos o célebres.
Y también
mercenarios
explotadores de destinos
inescrupulosos buscadores de los límites del derecho
negadores del derecho natural
avasalladores de la dignidad
violentos de la más innombrable violencia.
Y en qué momento una persona cualquiera
da un paso para un destino u otro.
En qué momento se produce esa elección definitiva
que te deja de un lado o de otro.
No, es verdad, nada es permanente.
Ni los santos ni los demonios que nos habitan
nos inspiran cada hora de nuestra vida.
Pero sí, minuto a minuto
conspiran para que naturalicemos
la locura
la embestida
la anestesia
la complicidad.
Qué maleables somos
que no nos duelen estos pasos.
¿Acaso no caminamos sobre brasas
cada vez que elegimos ignorarnos?

gadsy / Malva Gris.

No hay comentarios:

Publicar un comentario