jueves, 17 de julio de 2014

Entre lo necesario y lo inevitable.

Entre lo necesario y lo inevitable
trepando van nuestras justificaciones.

Lo necesario es un bastón,
sí,
para la duda
(para apalear la duda)
para cerrar los ojos
y con los ojos cerrados dar un paso
o con los ojos cerrados azotarla hasta que calle.


El paso necesario.
Era necesario.
¿Era necesario?
Qué omnipotencia detrás de lo necesario.
Todo lo posible
en mi cabeza
nada que no contemplara.
El pensamiento abarcándolo todo
la autoestima satisfecha
o al menos consolada.

El azar como la magia, no existe.

Lo inevitable es una caricia
en cambio
sobre un lamento negado.
Nada que lamentar,
era inevitable.
Caricia que cubre una herida
y no la hace menos dolorosa
sino menos visible.
De lejos parece consuelo.

El avatar inevitable.
Era inevitable.
¿Era inevitable?
Determinista declaración
de que nada puede escapar de su destino.
No importa qué haga
también mi lamento o mi júbilo
están escritos
por la misma mano, tal vez,
de la caricia.

La magia como el azar, no existe.

Entre lo necesario y lo inevitable
flotando van las razones y los intentos.


gadsy / malva gris.

No hay comentarios:

Publicar un comentario