martes, 30 de septiembre de 2014

Octubre, otra vez octubre.

Octubre, otra vez octubre
con sus nubes violetas a dos metros.
Me doy cuenta de que este año se me ha escurrido.
Porque otra vez el jacarandá florece
y no fue sino ayer que salí a festejar esa lluvia de tules
de campanillas jabonosas.
Es tan cercano el haber salido a asombrarme
de los caminos de la plaza en geometrías
verdes, aladrilladas, lilas.
Todavía no pude olvidar el mosaico del piso de las plazas
de las veredas.
Todavía están cayendo las flores delante de mí
como copos de nieve o panaderos suspendidos.
Octubre, otra vez octubre
con la savia corriendo por mis venas
enardecida de ráfagas
del rugido de la avenida
de las luces estridentes del tránsito en contra
otras estrellas más cercanas
ocultando las de antes
las que mirábamos de cara al rocío.
Octubre, otra vez octubre
con el jacarandá pintando el aire
remedando las nubes
tapizando los charcos.
Alfombra de noviembre
de bordado fugaz
latigazo de viento barriendo la vereda.
Octubre, otra vez octubre
maravillosos días para resucitar del invierno.

gadsy / malvagris.


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