martes, 7 de enero de 2014

Yo que nunca.

Yo que nunca terminé de matar
ese brotecito tierno de la rebeldía
y que tampoco lo dejé crecer
de puro cobarde.
Yo, que nunca terminé de hablar claro
y decir algunas cosas por su nombre
nombrándolas a medias
pidiendo permiso.
Yo, justo yo.
Que hoy me dijeron:
"claro, no podía ser de otra forma,
no podías ser otra cosa".
"Desde chiquita eras así,
pensabas de otra forma
importunabas con tus preguntas
ponías a los maestros en aprietos".
Y yo no sé.
No me di cuenta.
No era conciente.
Pedía respuestas.Y por eso hacía preguntas.
No medía las preguntas.
No especulaba con las preguntas.
No me armaba con las preguntas.
Yo, que no me di permiso de decir quién era,
de pensar quién era.
Yo que aún no sé bien quién soy.
Que recién ahora, hace pocos años
empecé tímidamente a tomar conciencia.
Con terror, con espanto.
Yo que venía ocultándome en las medias tintas.
Yo... yo ya soy una rama torcida.
No quiero que creas que soy una esclarecida,
una valiente
una heroína.
No.
Yo ya estoy perdida.


gadsy/malva gris

No hay comentarios:

Publicar un comentario