jueves, 12 de marzo de 2015

Qué hago con este pájaro inquieto.

Qué hago con este pájaro inquieto
que me aletea incesantemente en la jaula del pecho.
¿Cómo dejarlo salir?
Me preocupa su salud.
No quiero que muera encerrado
sin conocer su propio cielo
sin sumergirse en sus propias olas de espuma
sin crear sus propias ramas bajo sus patas.
¿Cómo suelto este pájaro inquieto
que ahueca mi pecho, dolorosamente
con sus alas siempre batiendo?
Nunca duerme.
Me da tristeza y ternura a la vez.
Ningún pájaro debería padecer nuestras prisiones.
Son el espíritu del aire y del viento,
almas  malogradas por nuestros tercos encierros.
Pero cómo habría de liberarte
pájaro inquieto.
¿Si grito sabrás colarte en mi garganta?
¿Si canto sabrás remontar las melodías?
¿Si lloro podrás navegar mis lágrimas?
No quiero mantenerte dentro
sin la oportunidad de quebrar el aire
con tajos de pluma
sin el riesgo de volar
y ser devorado por el viento.
No quiero dejarte ir tampoco,
no sé si tendré corazón después de eso.
Creo que tu aleteo pájaro
es lo que me late en el nido del pecho.
¿Cómo dejarte ir si no es muriendo?

gadsy / malvagris.

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