viernes, 26 de julio de 2013

Trato de evadir el dolor.

Trato de evadir el dolor
de los testimonios del abuso.
Siempre es igual de doloroso
no importa la edad
por qué no se endurece de una buena vez
este corazón que late y pierde el eco,
que late en el vacío.
Nadie oye.
Nadie quiere oir.
Hay atropello
y nadie quiere enterarse
hay daño irreparable
y hay daño que no se desea reparar.
Y cuando los ríos enfurezcan
y cuando la tierra tiemble y se trague a los pueblos
y cuando el fuego ruja desde el centro
y queriendo vengarse de los perpetradores
terminen envenenado y quemando
a quienes, fieles, deciden aceptar su suerte,
y cuando las tormentas quieran arrancar
a la bestia predadora de bosques y selvas
de mares y ríos
de praderas,
y cuando el sol busque secar a esta especie
cruel
despiadada
indolente
y cuando el hielo congele la sangre
de los desprotegidos,
seguirán sangrando siempre los mismos.
Y nadie se enterará.
Una estadística.
Una mera estadística mentirosa
que siempre mostrará mejoras
progresos.
Eso serán.
Y por más que trato de evadir el dolor
mi corazón patea y pateará en el pecho
y nadie oirá
porque nadie quiere.
Y laterá aislado, lejos,
sin eco.

gadsy / malva gris.

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