martes, 23 de abril de 2013

Inevitable.

No puedo evitar por más que lo intente,
quedar atrapada en los mismos argumentos.
Me repito sí,
porque descubro día a día los mismos prodigios y conspiraciones,
limitada como soy en mis ideas y palabras.
Descubro sí,
cada día descubro
los mismos descubrimientos de miles de hombres y mujeres antes que yo.
Y como si los olvidara,
apenas un instante, o un día, o una semana después,
llega el olvido redentor
y me ofrece como una perla nueva
la misma aurora
la misma idea.
¿Cómo puede ser que no la reconozca siquiera
hasta releerla y darme cuenta
que otra vez rezo los mismos cánticos
como agua nueva
recién llovida?
Es también una bendición
que las palabras trilladas se presenten como nuevas,
y disfrutarlas degustándolas
minuciosamente como la primera vez.
Es inevitable que como una condena
dulce y reposada
la vida se me ofrezca con sus múltiples caras
beatíficas o malignas
una y otra vez
sin aprenderla jamás. 
Y es inevitable que lo agradezca maravillada.

gadsy / malva gris.

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