miércoles, 25 de julio de 2012

Ahí.

Todo el tiempo estaban ahí
las respuestas.
Evasivas, disfrazadas
infiltradas,
las palabras.
Las muertas, desde hace siglos.
Las vivas, silenciadas.
Y años, también, frente a los ojos,
los hechos.
Contundentes,
pertinaces,
instigadores.
¿Cómo negarlos?
¿Cómo negarse?
Y siglos dentro del pecho,
la violencia.
Padecida,
disfrazada,
resignada.
Replicándose viral,
implacable.
Sometiendo destinos
únicos, irrepetibles.
Royendo utopías.
Y el tiempo ha sido cómplice.
Siempre el tiempo.
El tiempo con sus solícitos vendajes
con su niebla tumefacta,
con su ritmo imperturbable,
con su silencio impiadoso.
Y conmigo.

Malva Gris / gadsy
25-jul-12

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