lunes, 13 de agosto de 2012

El horror de la Verdad.

Existe el horror de la Verdad.
El revés del bienestar
el lado oscuro de las convenciones
de los fundamentos de la ley
de las buenas costumbres.

(Ser bueno.)

Sí que existe el horror de la Verdad
detrás de las etiquetas,
las de la ciencia
que nos ubica en la salud o en la enfermedad
y nos da o nos quita el derecho a ser oídos
que nos presta o nos amputa la voz.

(Estar en los cabales.)
Nadie escucha a los locos.

Nadie escucha a los niños
a los rebeldes
a los soñadores.

Salvo que repitan el libreto
tan bien escrito por los siglos
por el poder
por los artífices de la razón
y los dioses todopoderosos
omniscientes
omnipresentes.
Los dioses de los templos
y los de las instituciones.

Y dejar caer la venda de los ojos
un vez
(maldita sea)
y ya no poder detenerla
(bendita sea)
no poder evitar que siga cayendo
y perder la protección de la ceguera
(maldita bendita)
y ver horrores
comparables a las peores distopías de Lovecraft
de Orwell
de los Wachowski
y presentirlas verdades
abyectas
presentes
ominipresentes
eternas.

Y sentirse en un laberinto de vergüenzas
sin salida
sin señales
sin final.

(Ser apto.)

Qué poco sentido parece tener ahora.
Qué palabras tan huecas
tan inútiles
viles.

Y qué dolor infinito me abre el pecho.
Ver cada vez más
en esta oscuridad impenetrable de la luz del día
donde todo ocurre ante los ojos
donde nada debería poder ser negado
y aún así se hace invisible.

(Ay, Felisberto,
esta lujuria de ver
pretende extirparle la belleza al mundo.
Esta luz pervierte lo que ilumina,
y reniego de ese destino.)

Esta vocación de infierno que tenemos
que nos obliga a matar a nuestros dioses
a negar el paraíso.

La Razón, su Majestad la Diosa
que no podrá ser negada
que deberemos venerar
en su templo,
la Universidad,
la Ley,
la Ciencia.

Que pervierte la belleza
la armonía
amputándola, cercenándola,
creando abstracciones que cada vez más
nos alejan de las cosas
como una torre de Babel
pero infinitamente creciente.

Esta vil mentirosa
que dice "números" en vez de decir "personas"
que dice "pacientes" en lugar de "padecientes"
que dice "trabajadores" en lugar de "esclavos"
que dice "estadísticas" en lugar de "destinos".

Esta Verdad creada a fuerza de definiciones
de clasificación de los hombres y sus actos.

Este vértigo,
este horror
esta verdad que  más valdría que fuera pesadilla
digna de Lovecraft,
de Orwell
de los Wachowski.

Pero no despierto.
Presiento que es el auténtico e innegable horror de la Verdad.
El anverso de la insanía.
El sinsentido de la dominación del libre.

Malva Gris / gadsy

No hay comentarios:

Publicar un comentario